Las cosas positivas del covid-19
Una de las (muchas) cosas positivas que nos ha traído el confinamiento en casa por causa de la pandemia del covid-19 es que hemos podido acceder a un sinfín de conocimiento de todo tipo y por lo general de manera gratuita. Cada vez se nos acaban antes las excusas para dar un paso más en nuestra propia transformación de vida.
Para mí uno de los grandes descubrimientos ha sido la cuenta de Instagram de Anne Igartiburu en la que está entrevistando a personas con un recorrido de vida muy interesante. Quiso la casualidad (en verdad no fue así) que la primera entrevista que vi en esta preciosa cuenta fuera la conversación entre Anne y Francesc.
Para quien no lo sepa, Francesc es el co-autor del libro “Ikigai los secretos de Japón para una vida larga y feliz”. Un libro muy sencillo de leer y que expone los aprendizajes que tanto Francesc Miralles como Héctor García obtuvieron tras dedicar una parte de su vida a la investigación en la isla de Okinawa y sus habitantes centenarios. Pero si quieres la reseña del libro, estate atent@ aquí que la haré en breve.
Hoy quiero dedicar estas líneas a sacar mis propios aprendizajes de esta entrevista entre Anne y Francesc. ¡Así que vamos a por ellos!
Tu Ikigai no tiene porqué ser algo grande
Nos han metido muy mucho en la cabecita que todos tenemos que lograr algo grande en esta vida. Que si no lo hacemos, la estamos desperdiciando. Entre tú y yo… Esto es bullshit (como dirían nuestros amigos americanos). Lo que traduciríamos aquí en España como “eso es mentira” por la influencia del programa de televisión “El juego de tu vida”.
No me cansaré de decirlo, así que ahí va otra vez: la vida va de vivirla y de nada más. Lo que sucede es que nos hemos hecho un lío de pequeños y queremos una vida muy muy concreta. Claro, querer algo muy concreto significa que rechazamos todo lo demás (que suele ser lo que nos sucede) y ahí ya la tenemos liada.
Si acoges lo que te viene en la vida, grande o pequeño, la vivirás plenamente. Fíjate en los otros seres vivos del planeta, no hay ninguno que parezca vivir mal.
Terminada la seguridad, ya solo nos quedan los propios sueños
Es innegable que estamos en un momento de gran cambio. A modo de chiste si antes hablábamos del año 2020 dC (después de Cristo) ahora hablaremos que estamos en el año 1 dC (después de Coronavirus). Jajajaja, no he podido evitarlo.
El gran bofetón de 2020 (y que viene precedido por la bofetadilla de 2008) es que nos hemos dado cuenta de la única verdad de la vida: la seguridad no existe. Todo es cambio. Todo es incertidumbre. Dilo como mejor te parezca, pero es así. Otra cosa es que a lo largo de la historia de la humanidad hemos ido creando una capa de falsa seguridad por encima de lo que realmente es la vida. Empezamos con la capa del “sedentarismo” frente al “nomadismo” propio de la vida y ahora ya se nos estaba yendo de las manos siempre con el “más, más y más” sin sentido y para rellenar una vida vacía.
Total, que cuando uno asume y acoge esta única verdad de la vida, pues las cosas ya empiezan a coger otra perspectiva. Uno empieza a darle más peso a los sueños, a sus propios intereses a querer alzar su propia voz y ayudar a otras personas con su propia existencia. Algo que también comenta Hugh Jackman tras su película «El gran showman» y de la que te hablo en este capítulo del podcast.
¿Por dónde empiezo mi camino de ikigai?
En el vídeo queda un poco semi escondido por la circunstancia en la que se dio la entrevista, pero todo empieza por el mismo punto: P-A-R-A-T-E. Deja de ir como pollo sin cabeza de arriba abajo sin plantearte siquiera si es algo que va contigo. Como dije en el capítulo 14 del podcast “Me aburro en mi vida, por qué” si haces las cosas a medias sin ponerle toda tu presencia déjalo.
Párate. Ese es un indicativo claro de que estás tratando de tapar un agujero al que te da miedo asomarte y ver qué hay. Te invito a ver un post que subiré en breve sobre los aprendizajes de otro fantástico vídeo sobre el movimiento “slow”.
Si tienes dudas, recurre a los niños
Bueno, esto me lo saco yo de la manga pastelera. Pero hay un momento en la entrevista donde hablan de que los niños son los que mejor han llevado el confinamiento y cosas por el estilo. Más allá de lo que digan de su cualidad natural para lo digital (el fantástico concepto de “nativos digitales”), lo que os invito es a que os dejéis enseñar por los niños y no al revés.
Los niños no tienen pretensión alguna, simplemente lo dan todo en el momento y luego lo sueltan todo cuando cambian de actividad. Aprendamos de ellos y que ellos no aprendan nada de nosotros.
(Nota: al final he visto que no me lo he sacado tanto de la chistera, que avanzando en el vídeo lo dicen :P)
Desarrolla tu creatividad
A mí no me sorprende mucho este aprendizaje, pues ya lo avancé en el capítulo del podcast sobre las soft skills. Pero eso no significa que sea importante poner en agenda el desarrollo de todas estas habilidades como aspecto capital si uno quiere avanzar en el camino hacia su propio Ikigai.
La regla de las 10.000h y Kaizen
Lo he oído miles de veces, el típico estudio que te indica que para ser un maestro en algo hay que dedicar 10.000h en ello. De hecho Francesc Miralles explica muy bien este estudio haciendo referencia a la fuente original y a cómo se enfocó el trabajo a través de los concertino.
Aquí me gustaría hacer dos matices por experiencia propia. Uno el que indico en este mismo título: el Kaizen. Kaizen es la unión de la palabra kai (y que traduciríamos como “cambio”) y zen (que es “mejor”), vamos lo que aquí llamaríamos como proceso de mejora contínua. Es decir, un ir mejorando cada día un poco. Te pongo un ejemplo propio: a mí me cuesta mucho hacer abdominales (digamos que ahora tengo uno y redondito xD) pero hacer 25 al día no me supone mucho esfuerzo. ¿Sabes que 25 al día al final del año son 9.125 abdominales?
Por otro lado, el matiz más importante de estas 10.000h: no dejes que esto te paralice. A mí me cuesta hacer muchas cosas en paralelo, prefiero trabajar en 1 proyecto a tope, cerrarlo y volver a empezar. Esto significa que una de las lecturas de este estudio de las 10kh podría ser: “hasta que no lleve en mi espalda estas horas, no tengo nada que enseñar y ofrecer al mundo”. Y esto no es así para nada. Y Francesc lo explica muy bien: siempre hay alguien que lleva menos horas que tú y al que le puedes aportar mucho valor. Así que no te paralices por no tener estas horas de vuelo. Mira cómo avanzar a tu ritmo.
No importa lo que haces, sino tú presencia
Enlazando con el primer aprendizaje empalmamos con este otro. Todo en tu vida depende de lo que entregues y no de lo que recibas a cambio. Es decir, no importa qué haces en tu trabajo o en tu día a día, sino lo que entregas en ese espacio. ¿Te entregas al máximo o vas a medias?
El tema es que muchos de nosotros que vamos a medias (como yo he ido muchos años) esperamos que de repente venga aquello que nos saque de esta manera de vivir modo zombie y nos enchufe a la vida. Pero esto no funciona así, porque la vida no es aquello que te ocurre sino cómo te entregas a aquello que te ocurre. Es decir, tu presencia.
No es necesario dedicar todo el día a una misma cosa
Esto es importante. Todo forma parte de la vida, incluso aquello que consideramos tareas de puro trámite (como bien podría ser limpiar el piso, cocinar, o lo que sea que se te pueda ocurrir). En cuanto al trabajo, la sociedad ha normalizado mucho el dedicarse a una única cosa. Pero esto se va a acabar en los próximos años.
Las nuevas generaciones ya lo tienen claro y empiezan a trabajar por proyectos y las empresas empiezan a facilitar este tipo de contratos. De hecho les sale más rentable seguramente. Lo que aún queda por lograr es ir un paso más allá: y es que uno pueda elegir proyectos sobre temáticas totalmente distintas. Por ejemplo, yo en mi caso bien podría coger un proyecto de desarrollo web y uno de marketing. Incluso de ingeniero si me apuras y si le saco el polvo a los apuntes 😛
Tu Ikigai es dinámico
¿Esto lo tienes claro? No vas a estar toda la vida haciendo lo mismo. Aunque tradicionalmente está muy aceptado que la vida es corta, a la vez podemos ver que la vida es muy larga. Y esto nos hace entender que en verdad: la vida es vida. Ni corta ni larga, es vida.
Y si algo tiene la vida (como hemos visto antes) es que es dinámica, cambiante, incertidumbre. Así que tiene sentido llegar a la conclusión de que tu Ikigai (el mío, el de todos) también es dinámico. O al menos que puede serlo y que no nos tiene que agobiar para nada ver que algo que antes le daba todo el sentido a mi vida, ahora se ha convertido en algo que me aburre.
El cambio es de valientes
Algo importante si estás leyendo esto es que te tienes que felicitar. Date cuenta que lo que estás haciendo es de valientes porque te va a enfrentar a muchas cosas que pocos se atreven a hacer con su vida que es: mirarla a la cara.
Me gusta la reflexión que hace Francesc Miralles cuando dice que el cambio es saltar a un río helado. Comenta que muchas veces el salir de la zona de confort molesta más a los que se quedan que a uno mismo (porque tú ya estás saliendo). Y que luego tu mayor enemigo eres tú mismo porque te aseguro que si lo haces bien vas a vivir cosas que te van a sorprender mucho.
Let it go, let it come
Francesc realmente es un pozo de sabiduría y de ahí nos conecta con el profesor del MIT Otto Scharmer y su teoría U. Es sencilla de entender: hasta que no dejes ir tus hábitos viejos (incluyendo los de salud, los del trabajo, expectativas, los de amistades y familiares, etc.) no va a venir lo nuevo.
Es un tema de apego, sin más. Si cogemos siempre el mismo camino para ir a la frutería, no descubrirás nunca nada nuevo.
Conclusiones
Como ves 45 minutos de entrevista entre dos profesionales como la copa de un pino da para aprender mucho. Yo recojo lo que a mí me sirve y que he ido aprendiendo a lo largo de mi corta vida y que creo puede aportarte más valor.
Y hasta aquí puedo escribir… Estoy pensando en pasar al podcast esta entrada y así también la tienes en audio. Si estás interesada o interesado, simplemente deja un comentario por aquí abajo que los leo todos! 🙂
¿Te ha gustado este capítulo?
Para mí es muy interesante saber cómo te están ayudando todas estas reflexiones, entrevistas y propuestas de ejercicicos. Puedes darme tu opinión aquí o dejar tu valoración:
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