Si tienes pensado conseguir un reto en 10 años, la mejor estrategia para que se haga realidad es pensar en formas de conseguirlo este año
Peter Thiel
Antes de empezar
Este capítulo me gustaría dedicarlo a todos aquellos que cuando se organiza un encuentro se arremangan y toman la iniciativa de hacer la paella, la barbacoa o lo que sea. Siempre sucede que hay unos cuantos que disfrutan más “trabajando” y otros que disfrutan más alejados de las brasas y los fogones.
Recordad que ya tenéis disponible el curso “¿En qué soy bueno/a?” que nos ayuda a explorar nuestros talentos técnicos, humanos y en relación a la vez que vamos trabajando la propia confianza en uno mismo. Echadle un ojo porque está jugoso y casi recién salido del horno. Además tendréis un manual que he maquetado que es una belleza.
Y ahora sí, soy Javi Vidal, tu guía en este viaje explorador y ya sin más dilación… ¡Empezamos!
Érase una vez… Shinkansen
El arranque del libro el «método Ikigai» te mete un chute de adrenalina solo empezar. Y lo hace, precisamente con este concepto de shinkansen.
Nos trasladamos a finales de los 80, principios de los 90. Jack Welch se establece como Presidente de General Electric y como innovación en su mandato empieza a introducir un sistema de revisión trimestral de los objetivos y tareas de los empleados. Algo que ahora tenemos muy asumido, pero que para entonces era novedad, ya ves tú.
Todo funcionaba correctamente hasta que de repente un día se dio cuenta de que ciertas áreas empezaban a perder rendimiento. ¿Qué estaba sucediendo? Pues básicamente que las personas al cumplir el objetivo principal se relajaban y acomodaban y a partir de ahí iban proponiendo pequeñas mejoras incrementales. No os penséis que era un tema de vagancia, si te fijas en nuestra vida nos suele pasar lo mismo: muchas veces le metemos mucha energía a algo y cuando estamos allí de repente cambiamos a modo mantenimiento. Un ejemplo clásico es el de ponernos en forma con nuestro cuerpo.
Claro, esto a nuestro amiguito Jack le empezó a preocupar y me lo imagino deambulando por la empresa preguntándose ¿cómo podía motivar a los empleados que ya lo estaban haciendo bien para que tomaran riesgos y siguieran innovando? La respuesta le vendría en un viaje a Tokio en 1993. Allí se reunió con Eiji Mikawa presidente de la subsidiaria japonesa de GE. Resulta que Eiji y su equipo eran capaces de lanzar productos médicos súper rompedores de una manera constante. ¿El secreto? Shinkansen.
¿Qué es Shinkansen?
Por lo que he podido leer, Shinkansen se puede traducir literalmente por «nueva línea troncal». Y es el origen de lo que conocemos aquí como el tren bala japonés. El concepto es sencillo de entender: ponte metas que a priori parecen imposibles y trabaja para lograrlas.
En el contexto que hemos abierto hoy, la historia explica que en 1958 el Gobierno japonés ordenó a Japan Railways que conectara Tokio con Osaka de forma más rápida. La respuesta de los ingenieros fue diseñar todo un plan que lograba poner un tren a 100km/h algo impresionante para esa época. Pero la respuesta de los ejecutivos de Japan Railways fue contundente: «necesitamos un tren que vaya el doble de rápido, tenéis carta blanca».
A partir de ahí el resto es historia como suele decirse. La respuesta fue cambiar todo el sistema ferroviario.
El ejercicio que te encamina a tu Ikigai de hoy
Como ves la clave de ponerse un reto imposible no es tanto el propio objetivo en sí, sino ver cómo éste te empuja a forzar el pensamiento lateral. Y desde ahí abres la posibilidad a que entre en tu vida un mundo nuevo.
¡Vamos a por el ejercicio! Quiero que cierres los ojos, que te imagines que han pasado 10 años de tu vida. Y observes bien a tu alrededor qué ves. Qué personas te acompañan. Cómo estás de salud. Cómo te va en lo económico. Cómo es un día normal en tu yo de aquí diez años. Recréate bien, eh? No me hagas imaginaciones chapuzas y cortas de miras. Si sueñas en pequeño te quedarás pequeño. Si sueñas en grande quizás, y solo quizás, logres algo grande.
Bien, escribe ahora este día de diez años tan bonito que te has imaginado. Hazlo con todo lujo de detalles. Usa colores, usa pegatinas, haz algo creativo vamos… Cuando tengas esto vas a extraer entre 3 y 5 objetivos-sueños a lograr en estos 10 años. Y de éstos, elige uno por el que empezar.
¿Sí? ¡Perfecto! Ahora empieza el ejercicio propiamente dicho: tienes que cumplir este objetivo en una semana. Sin excusas. Dedícale tiempo a organizarlo todo para que puedas cumplirlo. ¿Qué vas a hacer? ¿Cómo lo vas a hacer? ¿Necesitas la ayuda de alguien? No me enredes.
Shinkansen en mi vida: el reto de los 3000€
En mi paso por el seminario de vivir con propósito sin darme cuenta me propusieron un Shinkansen. Voy a poner de moda «hacer un Shinkansen» xDDD. El caso es que estuve exponiendo mi situación personal y económica al grupo y de repente me lanzaron un reto aparentemente imposible: tenía que facturar 3000€ en una semana. Yo cogí el reto y me puse a ello a tope.
Decidí que la mejor manera de lograrlo con los recursos que tenía era vender por Wallapop y combinarlo con el lanzamiento de un curso que tenía en mi mente. Esto fue un sábado por la noche. El domingo entre clase y clase del seminario grabé todo el curso. El lunes hice toda la landing page del curso. El martes edité todos los vídeos y audios. Y el miércoles ya estuve anunciando el curso en mis redes sociales.
¿Logré los 3000€ al final? No. Pero ahora tengo el curso de ¿en qué soy bueno? Conectando con mis talentos naturales grabado y editado con una buena calidad y preparado para ir vendiéndolo a un ritmo más «adecuado» digámoslo así. Como ves, hacer un Shinkansen me ha permitido dar un salto de gigante en mi desarrollo.
Pero, ¿y la pretensión?
Aquellos que llevéis tiempo escuchando el podcast quizás estéis teniendo un poco de mensajes contradictorios. De repente me dices que me ponga objetivos imposibles, pero hace poco me hablaste de que la pretensión era el preludio de la tensión y que ponerse objetivos regulín… Bueno, a ver, recuerda una cosa: la clave está en la identificación. Dónde pones tu identidad.
Si tu identidad la pones en el objetivo shinkansen se te va a hacer duro. Si te identificas con esos 3000€ te va a hacer pupa si no lo logras. Y si lo logras tu ego se va a ver henchido. Pero a la vez, si no te identificas con tu shinkansen es poco probable que pienses de verdad out of the box y no pongas tu mundo del revés para lograrlo. Y es verdad, reconozco que esto es una gran paradoja o contradicción.
Pero mira, se nos abre un espacio súper interesante en el que poder trabajar el ponerse a fondo y soltarlo todo. Y este es un juego que poco a poco vamos a necesitar dominar. Ir con todo. Soltar todo.
Espero que saques tus propias conclusiones.
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