Ser el alma de la fiesta parece sencillo pero en verdad requiere algo muy profundo: que pongas en juego tu autenticidad. Y eso complica las cosas porque tenemos un montón de bloqueos que nos limitan la plena expresión de quienes somos realmente. Por eso hoy, y para celebrar que ya ha abierto el ocio nocturno por aquí, te traigo este ejercicio que te ayudará a liberarte de cadenas poco a poco.
La vida es una fiesta, así que vístete para bailarla.
Repaso del ejercicio del mes anterior
El último ejercicio era la interpretación de los mundos múltiples donde buscábamos abrir posibilidades a escenarios que nos sucedían en nuestro día a día. Con esta propuesta intentábamos reducir la carga emocional que depositamos en estos sucesos y buscaba acercar los momentos donde me encontraba con las mismas sensaciones de vacaciones.
Hemos tenido un mes para ponerlo en práctica y ahora toca avanzar un poquito más en nuestro camino, así que te traigo un nuevo ejercicio.
Sé el alma de la fiesta
- En mi propio camino he tenido una evolución muy grande en este punto de mi vida.
- Yo no salía de fiesta
- Ser el alma de la fiesta
- Conecta contigo
- Sé auténtico
- No va de ti
- Te remito al capítulo 49 sobre impro
¿Y por qué ser el alma de la fiesta me acerca a mi ikigai?
- Entrenamiento del latir de la vida: me entrego a fondo lo suelto todo
- Ser el alma de la fiesta tiene que ver del todo con encontrar tu vocación
- Es la manera fácil de poner toda esta actitud en juego
Y recuerda:
La vida es la fiesta más grande, de ti depende si te levantas y bailas o si te quedas sentado viendo a disfrutar a los demás.
¿Te ha gustado este capítulo?
Para mí es muy interesante saber cómo te están ayudando todas estas reflexiones, entrevistas y propuestas de ejercicicos. Puedes darme tu opinión aquí o dejar tu valoración:
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