El universo no solo tiene una historia, sino cualquier historia posible.
Stephen Hawking
Llevo unos días haciendo un poco de hincapié sobre el síndrome postvacacional, tanto por este podcast como por las redes sociales. Ahora que ya ha acabado septiembre, el mes al que “culpamos” de todas estas sensaciones, me gustaría proponerte un ejercicio para poner en práctica todo lo hablado.
La hipótesis de trabajo
Déjame, primero, resumirte cuál es la hipótesis de trabajo que estoy llevando a cabo alrededor del síndrome postvacacional.
- La sensación del síndrome no depende del tipo de trabajo que tengas ni de si estás orientada/o a propósito o no
- Lo que está complicando las cosas es la diferencia entre lo que sientes cuando estás de vacaciones vs lo que sientes cuando estás en tu vida habitual
- Normalmente nos enfocamos en lo que no nos gusta para criticar (o alargar la agonía) y usamos lo que nos gusta como “morriña”
La pregunta clave a hacerse, bajo mi parecer para resolver todo este embrollo, es: “¿cómo puedo acercar las dos sensaciones al máximo?”.
Opción 1: Me centro en el hacer
Empiezo a buscar otro puesto de trabajo, me lleno de actividades extraescolares o me enajeno para “rebajar” el dolor de mi vida habitual.
- Enfoque a corto plazo, con resultados más o menos “exitosos” pero que a la larga te llevan al mismo punto de partida.
Opción 2: Me centro en mi actitud
Aprovecho donde estoy para trabajar mi actitud mientras estoy atento a mis sensaciones internas.
- Es un enfoque más a largo plazo y te acerca al sentido profundo de la vocación (la tarea, lo que haces, queda en segundo plano para dejar paso a lo que eres realmente).
Instrucciones para el ejercicio
- Lo puedes hacer escribiendo, con plastilina o con algún juego de construcción tipo lego o playmobil
- La idea es que describas todo un día habitual de tu vida (las horas que pasas en el trabajo, la relación con tus compañeros, jefes, lo que haces fuera del trabajo, etc.). Lo haces escribiendo o lo construyes.
- Una vez tienes la descripción (lo más minuciosa posible), la revisas y la divides en los momentos donde te has sentido más y menos de vacaciones (hablo de sensaciones).
- Y ahora toca jugar como quien crea múltiples universos:
- ¿Qué puede hacer el protagonista de la historia para abrir un universo paralelo? Que solo dependa de él mismo.
- ¿Qué necesita entrenar el protagonista para lograr esta hazaña?
- ¿Requiere de algún objeto mágico?
- Cuando el protagonista avance en la historia paralela, ¿qué tendrá que dejar en el “viejo mundo”? ¿Una actitud? ¿Una creencia? ¿Un patrón?
¿Te ha gustado este capítulo?
Para mí es muy interesante saber cómo te están ayudando todas estas reflexiones, entrevistas y propuestas de ejercicicos. Puedes darme tu opinión aquí o dejar tu valoración:
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