“La publicidad nos hace desear autos y ropas, tenemos empleos que odiamos para comprar mierda que no necesitamos. Somos los hijos malditos de la historia, desarraigados y sin objetivos. No hemos sufrido una gran guerra, ni una depresión. Nuestra guerra es la guerra espiritual, nuestra gran depresión es nuestra vida. Crecimos con la televisión que nos hizo creer que algún día seriamos millonarios, dioses del cine o estrellas del rock, pero no lo seremos y poco a poco lo entendemos, lo que hace que estemos muy cabreados. Esta es tu vida y se acaba a cada minuto.”.
Tyler Durden (Brad Pitt) en El club de la lucha
Argumento de El club de la lucha
Escuchar el podcast 😛
Los 4 personajes
Al principio cuando uno ve la película por primera vez capta la presencia de 2 personajes: Edward (Jack) y Brad Pitt (Tyler Durden). Los más avispados verán 3 añadiendo a la palestra la figura de Marla Singer. Pero ahora que he avanzado en edad y ya he visto por segunda vez esta película me da que hay un cuarto personaje oculto y permanente, al menos, en el inicio del film. Vamos a categorizar cada personaje de El Club de la lucha.
Jack – Edward Norton
Primero está Edward Norton, que aunque en la película no tiene nombre lo llamaré Jack (que es como he leído en otros blogs que se conocía a este personaje en el guion). Jack es un tío corriente. Podemos encasillarlo en la clase media y con el típico discurso de “soy o existo por las cosas que tengo”. En su caso estas “cosas que tengo” son literalmente objetos, pero hoy día podríamos ampliar esta mirada por cualquier aspecto de tu vida con el que nos podamos identificar. Hay quien lo hace con los viajes, la pareja, la familia, el trabajo, etc.
Jack, además, usa su trabajo como un medio por el que obtener unos ingresos con los que logrará comprar aquello con lo que se identifica (con lo que cree que le da valor a su vida). Esto nos pasa a la gran mayoría de esta sociedad: creemos que el trabajo es un lugar donde vamos simplemente a trabajar. Si quieres que desarrolle más profundamente esta idea me lo comentas.
En definitiva, Jack no se siente satisfecho con su vida. Jack está pasando por la vida de puntillas.
Marla Singer – Helena Bonham
Marla es una mujer que vive la vida como le sale del potorro. Ésta es la característica que la hace un personaje tan interesante y bello. En el film no se entra mucho a desarrollar su historia, al menos en la versión que yo vi pues la película estaba un poco dañada (justo en las escenas sexuales xD). Una lástima.
Pero bueno, aprovecho para poner encima de la mesa mi juicio total sobre este personaje. Para mí Marla representa el anhelo a la libertad que todos llevamos dentro. A las no ataduras. A vivir cada día como un misterio. Aunque, a mi entender, Marla ejerce esta libertad desde un prisma mal entendido pues es un personaje que se aísla de la sociedad, tiene un punto de marginada. De esta manera yo me pregunto: ¿cuál es su contribución profunda?
Y la pregunta queda abierta.
Tyler Durden – Brad Pitt
De repente aparece Tyler en escena como quien no quiere la cosa. Es un tío valiente. Atrevido. Con cierto atractivo. Carismático. Encantador. Con desparpajo. Seguro y confiado. Y todo esto no es algo que Tyler desprenda por las cosas que tiene, no… Tyler lo emana y externaliza porque se vive así, porque lo siente así.
Bueno, como bien sabes (spoiler alert), Tyler y Jack son la misma persona. Esto, al principio me hizo pensar: ya lo tengo… Jack es el “yo idea” y Tyler es el “yo ideal”. Pero había algo que no me acababa de encajar y al final di con la tecla. Tyler, para mí, es una combinación del anhelo y de la represión que siente Jack y que, como todos, al inicio se expresa de manera patosa, errática y sin saber muy bien qué parte es qué.
¿Y el cuarto personaje?
Representado por nadie, como decía, hay un cuarto personaje que está subyacente a toda la historia. Y, de hecho, es el que junto con Jack inicia toda la historia: el “yo ideal”. A estas alturas del podcast ya me habrás escuchado decir más de una vez que todos nacemos con pleno potencial (con todas las posibilidades a nuestro alcance). Y que a medida que vamos pasando por el proceso de socialización vamos reduciendo nuestro espectro de actuación haciéndonos cada vez más pequeños. Este sería Jack.
Pero, ¿qué pasa con todo aquello que no vivimos? Pues que conforma nuestro “yo ideal”. Una zanahoria súper apetitosa que no paramos de perseguir pensando que al alcanzarla me sentiré pleno y satisfecho. Algo muy lejos de la realidad.
Como decía este es un personaje que no se representa por nadie en concreto, pero que es el causante del malestar de Jack. De su insomnio. De su desdoblamiento. De su neurosis.
El síndrome postvacacional
Como comenté en el capítulo anterior, el club de la lucha explica (para mí) las consecuencias de vivir en un estado de síndrome postvacacional permanente. Vamos a verlo.
Al inicio de la película todo transcurre con normalidad. Tomo la palabra “normal” para referirme a que se sigue un conjunto de normas y su consecuencia es el estado de insatisfacción profunda de Jack. Él ha hecho todo lo que se supone que tiene que hacer: estudiar, trabajo, piso y tiene una “buena vida” (entendida como marca la norma social). Pero siente un vacío interno que le mata por dentro.
Esta sensación interna empieza a agravarse y Jack toma medidas: primero al médico (que por suerte pasa de él, y si no hubiese sido así estaríamos hablando de otra problemática aquí), y luego a terapia de grupo. Allí Jack encuentra, aparentemente, su salvación: ya puede dormir.
Todo empezó con Marla
Al principio de las terapias Jack se siente de maravilla. De alguna manera se permite experimentar cosas nuevas que, con la novedad, pues le aporta nuevas sensaciones que le calman la mente. Esto, por un momento, permite que su yo idea y su yo ideal se relajen y así encuentra una especie de paz. ¿Por qué? Pues porque al relajar esos constructos mentales, Jack empieza a vivir de vez en cuando su verdadero ser.
Pero: “todo empezó con Marla” anuncia Jack en un momento de la película (creo que al inicio). Resulta que aparece Marla en escena, una mujer que vive en sociedad fuera de ella y que hace lo que le da la gana engañando a todo el mundo siempre actuando en su propio beneficio. Al ver a Marla Jack se ve reflejado y no acepta esta parte de sí mismo.
Son muy divertidas las escenas que comparten ambos personajes porque puedes ver las batallas internas que Marla genera en Jack. Al final, como suele suceder en todo proceso, o más bien al principio Jack reacciona como lo hacemos todos en algún momento: esto que me muestra esta persona de mí no soy capaz de sostenerlo (por vergüenza, por inesperado, por intenso, etc.) y en vez de aprender a integrarlo en mí, lo rechazo y hago responsable a la otra parte. Es el famoso “aporta o aparta” que te hable en este capítulo.
Siempre llega el momento de conocerte a ti mismo
Pero tarde o temprano siempre llega el momento de conocerte a ti mismo. Y esto es lo que sucede en el club de la lucha. De repente todos los anhelos y las frustraciones de Jack que ya no puede contener toman forma y hace aparición el gran Tyler. Ojo que vienen curvas.
Todos, en algún momento de nuestra vida, nos hemos visto superados con alguna situación que no sabíamos cómo mierda manejar. Aparentemente lo hemos intentado todo y aún así nos encontramos estancados sin ocurrencias de probar nada más.
¿Nada?
Sí… Es en ese momento donde viene uno de estos dos pensamientos:
- ¿Y si lo mando todo a tomar por culo?
- ¿Y si me tiro por aquí y acabo ya con esta sensación?
Todo depende de tu tendencia. Tyler representa estos dos pensamientos a la vez. Una combinación de mandarlo todo a tomar por culo mientras me autodestruyo por el camino a base de un club que me invento para canalizar toda mi mierda y reventarme el cuerpo.
Pero el mensaje es claro: siempre llega el momento de conocerte a ti mismo. La pregunta clave es si estás dispuesto o dispuesta a ponerle los ovarios y huevos que se necesita para dar este paso.
El club de la lucha
El club de la lucha empieza siendo la manera, a mi parecer patosa, que tiene Jack de encajar todo lo que va descubriendo de sí mismo (es decir de encajar todo lo que muestra Tyler). Todos pasamos por ahí. A ver, no vamos por el mundo partiéndonos la cara pero sí que patoseamos mucho: echas amigos de tu vida, los vuelves a llamar como si no pasara nada, te gritas con tu familia, luego buscas su amor, dejas un trabajo porque ya no lo soportas mal y luego buscas uno que tiene peor pinta porque las facturas aprietan, te encierras en casa y te dejas la barba larga, para luego salir cada noche y perfumarte y arreglarte más que pocholo, etc…
Eso es, para mí, lo que va representando el propio club de la lucha.
La dificultad en esta fase de la vida es que resulta muy complicado discernir qué es auténtico y qué es mierda. Cuesta saber qué forma parte de un anhelo alineado con tu esencia y qué forma parte de un personaje mimado y acomodado. El primero tiene como motor la libertad de expresarse auténticamente; el segundo solo busca la supervivencia egótica.
La quemadura
Por ejemplo, hay un momento muy potente cuando Jack aún no sabe que Taylor es él mismo, en el que le quema la mano y mientras lo hace le va gritando: “Quédate con el dolor, no te lo quites. Tienes que sentir el dolor, tienes que llegar a sentir la carne para que puedas saber lo que es tocar fondo.”.
En esta escena podríamos ver cómo hay un anhelo muy fuerte que invita a Jack a soltar el control y desbloquear toda la represión que mantiene por culpa de su constructo mental del “yo idea” y el “yo ideal” que le tienen atrapado. Claro que por suerte nuestro anhelo nos habla de otras maneras normalmente xDD
Sin embargo, desde un lugar parecido (y aquí cuando ya se sabe el gran secreto) Taylor le suelta las siguientes joyas a Jack: «Tengo el aspecto que deseas tener. Follo como deseas follar. Soy listo, competente y -lo más importante-, soy libre en todo lo que tú querrías hacer».
Aquí lo que podemos ver es la vocecita del ego intentando sobrevivir con un discurso a la desesperada. Es una lucha a muerte. Fíjate que aunque el discurso incluya la frase “soy libre en todo lo que tú querrías hacer” la propuesta oculta es: “yo sé llevar el control de tu vida” la cual cosa es justo la idea opuesta a la libertad. Además, que la libertad ofrecida por Taylor es destructiva por lo que será de todo menos libertad. Porque la verdadera libertad es un movimiento integrador y no destructor.
Repasemos estas dos escenas porque tienen su migaja ahora que las reviso. La primera, aunque parezca destructora porque atenta contra el físico de Jack mira que la invitación es a soltar la cadena del control; mientras que la segunda la invitación es a mantener lo que hay. La primera ofrece dinamismo, la segunda es estática. La vida no es estática.
Jaque Taylor.
La integración
Así van sucediendo diferentes juegos muy interesantes entre estos personajes. Sobre todo cuando Jack vive en sus carnes el miedo a su propio yo en formato Taylor. Y desde ese lugar es aún capaz de tratar de remediarlo todo para volver de nuevo a formar parte del sistema que, en verdad, fue el desencadenante de todo esto.
A esto le podría llamar la recaída desesperada en la desconfianza de quien realmente soy. De alguna manera aún no soy capaz de sostener todo lo que voy descubriendo de mí y lucho contra ello. Como si no me hiciera responsable de eso.
Pero al final… ¡Oh la escena final! Cuando discuten entre ellos y, Jack integra por fin que él es Tyler y que Tyler es él. Que son uno. Que juntos y fusionados van a vivir la vida de una manera más completa y harmónica. ¡Pum!
¡Hasta aquí el club de la lucha!
Podríamos hablar de algunas cosas más, pero creo que con este repaso emerge la lección que os quería acercar para hoy: qué sucede cuando yo no soy yo mismo en el trabajo. Así que ya sabes, menos síndrome postvacacional y más autenticidad.
¡Hasta pronto!
¿Te ha gustado este capítulo?
Para mí es muy interesante saber cómo te están ayudando todas estas reflexiones, entrevistas y propuestas de ejercicicos. Puedes darme tu opinión aquí o dejar tu valoración:
Bibliografía usada
https://www.icesi.edu.co/blogs/psicologia/2017/03/08/analisis-de-la-pelicula-the-fight-club/
https://www.espinof.com/criticas/david-fincher-el-club-de-la-lucha
Deja una respuesta