Tercera ley: la ley del karma o de la causalidad
El karma es a la vez acción y las consecuencias de esa acción, por lo que implica el acto de tomar decisiones conscientes. En esta tercera ley espiritual del éxito lo que nos plantea su autor son dos ideas principales. La primera es que comprendamos desde dónde estamos tomando las decisiones (y por lo tanto su acción derivada) el día de hoy. Su punto de vista, el cual comparto sin miramientos y trato de reducirlo a la mínima expresión, es que nuestras acciones las tomamos en base a los modelos que hemos comprado a lo largo de nuestra vida.
Modelos que nos ponen en modo reactivo ante la gran mayoría de los sucesos que aparecen en nuestra vida.
La segunda idea principal es que trascendamos estos modelos para vivir con mayor plenitud y consciencia cada momento. Y para ello nos invita a irnos al indicador más sencillo del que disponemos: nuestro cuerpo. El cuerpo, básicamente, tiene dos posturas: o se tensa o se relaja. Esto nos ayuda a ver rápidamente nuestro mundo interior (y nuestro condicionamiento psicológico) mucho mejor que apoyarnos en las mil y una posibilidades de reacción que ofrece el tándem mente-emoción.
Cómo incorporar la ley del karma en nuestro día a día
Tres maneras de aplicar la ley de la causalidad o del karma e incorporarla en nuestro día a día:
- Observación: cuando podamos ver desde dónde tomamos la decisión
- Preguntarse: ¿consecuencias de esta decisión? ¿me producirá realización personal y a los que les afecta mi decisión?
- Pedir orientación a tu corazón y escuchar el cuerpo
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