Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes
Maestro Yoda
Raimon Samsó
Raimon Samsó es un escritor y conferenciante referente en el mundo del desarrollo personal. Si no recuerdo mal el éxito que le catapultó, llamémosle, a la fama fue el libro “El código del dinero”. En él habla sobre libertad financiera y sobre lo que hay detrás del concepto del dinero. No lo he leído aún, pero me imagino que debe de ser muy parecido al libro de Tony Robbins sobre “Money master the game”. Pero vamos, que este es un juicio de valor totalmente injustificado xD.
El que sí he leído de Raimon es el de “Tener 40 a los 60”, un libro en el que el autor explica cómo de una tendencia enfermiza a migrañas que le dejaban KO e inútil, empieza una investigación que le lleva a cambiar toda su manera de alimentarse. Es un libro que me explotó la cabeza y me generó muchas preguntas de las cuales aún no tengo respuesta pero que sigo investigando torpemente en mi camino hacia una vida más alineada a lo que quiero vivir.
Un mundo con muchas opciones
Escuchando el capítulo de Mentor360 sobre “no sé lo que quiero”. Lo primero que plantea Raimon es muy cierto: en este mundo hay muchas opciones. Hay tantas opciones que nos bloqueamos. ¿Por qué? Bueno, yo aquí lanzo mi propia opinión: y es que nos hemos acostumbrado a la mirada de la escasez.
Desde pequeños nos han marcado muchísimo aquello que nos falta. Y es que una simple pregunta totalmente inocente puede desencadenar un sinfín de malas interpretaciones. Ahora pensaba qué ejemplos poneros, ¿no? Y pensaba y pensaba y no se me ocurría uno que haya vivido en primera persona que me haya hecho ver la vida desde la escasez. Sin embargo, así es: vivo desde la escasez muchas veces.
He cerrado los ojos para intentar ver si venía a mí el recuerdo de la primera vez que me empecé a comparar con mis amigos para ver quién sacaba mejores notas. O para ver quién recibía el favor del profesor. Y aunque es verdad que muchas veces se trata de llevarnos a la competición, hay otras muchas que no. Pero el propio “sistema” (por usar un palabro) hace que la tendencia sea esta. Me visualizaba a mí mismo siendo papá y preguntándole a mis hijos: “¿qué has aprendido hoy en la escuela?” como en una escena de una película. Y luego me he preguntado: ¿qué pasa si no ha aprendido nada? ¿Cómo reaccionaría yo? ¿La escuela es un lugar para aprender qué exactamente? Y entonces, me he puesto en el papel de mi chaval y he pensado que me cogería miedo si al próximo día no hubiese aprendido nada.
Pero, claro… La escuela debería ser un lugar en el que expresarse, no en el que aprender modelos.
Marketing y el síndrome del FOMO
Esta mirada de la vida desde la escasez es algo que es vox populi para la gente de Marketing. No sé si os lo he comentado ya en algún capítulo, pero ya me perdonaréis si es así. El caso es que en Marketing existe una estrategia para incrementar ventas aprovechándose de esta mirada. Se conoce con el nombre de FOMO.
El síndrome FOMO es el Fear Of Missing Out. O dicho en español: el síndrome del miedo a quedarse fuera o perderse algo. Se trata de esa sensación agria de pensar y sentir que nos estamos perdiendo algo de lo que otros a nuestro alrededor están disfrutando o haciendo. Por ejemplo, sería cuando tienes dos planes simultáneos: un curso que es la leche en patinete y una barbacoa con amigos. Cualquiera de los dos planes son la bomba por separado, pero cuando coinciden en tiempo y espacio resulta que ninguno de los dos te satisface porque cuando estás en uno piensas en el otro y viceversa.
Hemos acostumbrado tanto la mirada a la escasez que nos perdemos en ella y nos vivimos la mitad en la abundancia del presente. Si nos sucede con chorradas así, ¿cómo no va a suceder en temas que socialmente son más “importantes” como la vocación o el propósito de vida?
Pero sigamos escudriñando la explicación de Raimon Samsó.
No sé lo que quiero en mi vida…
Según explica Raimon, nos estamos engañando. Sí que sabes lo que quieres. Él usa una similitud como de restaurante de la vida: tú sí que sabes qué plato quieres y qué te gusta. Lo que pasa es que al ver el precio, ahí entran tus dudas porque no estás dispuesto a pagar ese precio. Lo mismo con la vida y con el propósito. El precio es muy alto y no sabes si quieres pagarlo, entonces le dices a todo el mundo que no sabes lo que quieres.
Así evitas cometer errores que según Raimon es lo que más nos preocupa a los seres humanos. ¿Vas a pagar el precio o no?
Escuchar a tu corazón. Tus emociones saben lo que quieres? –> Idea desarrollada en el podcast 😛
Lo que quieres es ayudar
Lo que no sabes es cómo. Quieres servir. Eres bueno en 1 o 2 cosas. Normalmente te hace feliz lo que hace feliz a los demás.
Busca un problema (mejor si lo has resuelto) busca personas que tienen este problema y ayúdales.
Mi mirada tras el capítulo
- No es tan sencillo saber lo que quieres
- Nos obsesionamos con la forma y no es importante
- Haber resuelto el problema no es la única manera de empezar
Escríbeme si tienes dudas de cómo orientarte.
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