No puedes salir de la prisión mental a menos que seas consciente de que estás preso
Antes de empezar con el ejercicio
Hablando con diferentes compañeros, me encuentro con 2 escenarios básicamente. El primero es un escenario donde la persona sabe perfectamente qué le gusta y en qué es buena, pero no acaba de atreverse a dar el paso para avanzar y orientar su vida hacia su Ikigai. Ya lo dice la famosa frase: «Quien quiere encontrará un medio, quien no una excusa».
El segundo escenario típico suele ser el de alguien que le gusta lo que hace, es bueno en su trabajo, el mundo necesita su trabajo y le pagan por ello, pero no se siente del todo bien. Es decir, alguien que supuestamente está en Ikigai pero que no está viviéndolo de una manera plena y satisfactoria. No es inusual, le pasa a un montón de personas.
Aunque puedan parecer dos escenarios muy distintos, la base del problema es la misma. Ambas personas están atrapadas por su mente. Nadie les ha enseñado cómo lidiar con ella y cómo funciona. Así, están utilizando su mente de manera disfuncional y esto provoca que vivan sus vidas de manera limitada.
Ejercicio para avanzar hacia tu ikigai: ritual satánico
El ejercicio de hoy está pensado para verificar cuán atrapado o atrapada estás por tu mente. Es un ejercicio muy sencillo de exponer, pero quizás muy complejo de llevarlo a término. ¡Vamos a por ello!
Paso 1: conecta con tu parte más vulnerable
Simplemente busca algo que sepas que te dé mucha vergüenza. Algo que nunca harías frente a nadie. En mi caso, por ejemplo, es usar el mankini de Borat y ponerme a bailar por casa con él. Para otros puede ser empezar a gritar como un loco descosido. Otros fantasean con morderse las uñas de los pies. O comer del suelo. O diseñar un altar donde realmente hacer un ritual satánico. Disfrazarte de Britney Spears y ponerte a bailar. O yo que sé… Que la imaginación ya me está volando. Lo importante aquí es que localices aquello que realmente te daría vergüenza que alguien te viera hacer.
Paso 2: prepara el ritual satánico
Fantasea con esta idea que te ha venido a la cabeza. Escribe una lista con todo lo que necesitas. Y ves preparando el material con mimo, cuidado y cariño.
Paso 3: busca un momento o lugar íntimo
Cuando lo tengas todo listo lo ideal es que encuentres un momento y un lugar íntimo en tu propia casa. Si compartes piso o vives en pareja o lo que sea, espera a quedarte sola o solo. Esto es muy importante. ¿Por qué? Pues básicamente porque si sabes que nadie puede descubrir tu mayor vergüenza, tú te vas a permitir experimentar con total libertad. O esa es la idea.
Paso 4: ¡A jugar!
En el momento que tú consideres oportuno, te invito a que experimentes. Lleva a cabo tu ritual satánico y expláyate en él. disfrútalo a tope. Incluso si quieres, grábate para visualizarlo luego.
¿Qué ha sucedido?
A partir de este ejercicio pueden suceder varias cosas:
- Que puedas hacerlo sin problema
- Que lo hagas, pero que estés muriéndote de vergüenza en todo momento
- Que te aparezca tu mente diciéndote de todo, como por ejemplo «qué haces bailando aquí solo, estás loco», «no eres un tío serio», «haz el favor de comportarte», etc.
- Que te dejes vencer por el discurso de antes y ni siquiera lo hagas
Éstos son los escenarios típicos, pero pueden aparecer algunos más. El caso es que descubras si aún estando a solas sin nadie mirándote, qué sucede contigo y tu vulnerabilidad. ¿Te permites ser vulnerable si no hay nadie a tu alrededor? ¿Te permites experimentar cosas nuevas que te sacan de la zona de confort cuando nadie te mira?
Si la respuesta es afirmativa, por más vergüenzas y resistencias que tengas te garantizo que esto te va a ayudar mucho en los próximos años. Sin embargo, si aún estando en un espacio controlado y donde no hay nadie que te juzga (a excepción de ti mismo/a) no te has atrevido a experimentar…
Si quieres darle un vuelco a tu vida, mi recomendación es que espabiles. Que te estás perdiendo una gama de colores espectacular. Hay todo un banquete esperándote y te estás conformando con las migajas. Eso no es vivir, es sobrevivir.
¿Me quieres compartir lo que has vivido?
¿Te ha gustado este capítulo?
Para mí es muy interesante saber cómo te están ayudando todas estas reflexiones, entrevistas y propuestas de ejercicicos. Puedes darme tu opinión aquí o dejar tu valoración:
Deja una respuesta