😱 Hoy me gustaría hacer una confesión… Lo haré poniendo la voz del niño del Sexto sentido: «Yo en ocasiones me aburro». Por suerte en los últimos años he descubierto que aburrirse es un error y eso es lo que vengo a contarte hoy.
🥛 Cada vez que experimento el aburrimiento siento como mi energía se va apagando poco a poco. Como cuando tapas una vela con un vaso y va consumiendo el oxigendo que ha quedado atrapado.
😪 Siento como el cuerpo pesa. Me entra el sueño. Mis ojos se quedan fijos mirando a la nada. Y ¡patapum! (¿esto se dice aún?) me siento apático. La llama se vuelve muy débil.
💥 Todas estas sensaciones sé que son un reflejo de una completa desconexión entre mi esencia y lo que estoy haciendo. El hacer ha tomado protagonismo, pero mi ser no está. Mi alma no se encuentra en este lugar. Yo no estoy viviendo ese momento.
🌱 Por suerte, decía, sé que esto es un error. Que la vida no entiende de aburrimiento. Uno no va por la sabana y dice: «Anda, mira que león más aburrido» o en el campo: «esta margarita…». No. Porque la vida, repito, no entiende de aburrimiento.
🔥 ¿Cuál es el error? Ese vaso que aisla la llama (como los pensamientos típicos de «debería» o «tendría que») . Simplemente aparta el vaso, deja que entre oxígeno y verás como la llama empieza a coger fuerza. Palabrita de explorador.
La frase original dice: «El que conoce el arte de vivir consigo mismo ignora el aburrimiento. (Erasmo De Rotterdam)».
¿Quieres saber más sobre el aburrimiento? Escucha el podcast «Me aburro en mi vida«.
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