Ayer, como casi todos los domingos, me dispuse a ver una película mientras cenaba y Code 8 (Código 8) fue la elegida. Cuando voy físicamente al cine este tipo de género más futurista no entra en mi lista de posibles, sin embargo me gusta explorarlo cuando estoy por casa. ¿Por qué? Bueno, simplemente porque suele ser un género tremendamente dramático y catastrófico (demasiado para pagar una entrada a precio de oro) pero a la vez me parece interesante para cuestionarme qué haría yo con las dudas de cada personaje.
En fin, que no me quiero enrollar mucho. Lo que me gustaría hacer con este post es recoger ciertos aprendizajes que me parecen interesantes de recordarme cada vez que venga a releer este escrito y que tienen cierta relevancia en el camino hacia nuestro Ikigai. Si has llegado aquí por casualidad y no sabes qué es Ikigai, te remito a este post.
¡Empezamos!
¿De qué va Code 8 (Código 8)?
Tal y como recogen en esta crítica de espinof, y copio reordenando alguna frase, Code 8 (Código 8) es una mezcla de thriller futurista con tintes sociales y una película de superhéroes. Lo que sucede es que la película por lo que leo aquí se ha hecho con bajo presupuesto y eso en alguna ocasión se nota.
Pero bueno, básicamente, la historia se centra en un mundo futurista donde hay humanos normales y otros con súper poderes (a los que llaman empoderados). Vamos, como en X-Men solo que los súper poderes que se ven en este film parecen más mundanos y lo orientan mucho a su uso en el mundo profesional. Ante esta situación, con el paso del tiempo, resulta que los humanos desarrollan tecnología capaz de sustituir a los empoderados y, así, empieza una especie de “caza de brujas” donde los empoderados quedan marginados y perseguidos.
En este momento social tenemos a Connor, el protagonista, con unos poderes que se le intuyen poco desarrollados porque su madre de alguna manera le obliga a esconderlos. Así tanto madre como hijo logran encajar en la sociedad y evitar problemas, pero viven pobremente. Más bien yo diría que están modo supervivencia.
Sucede que la madre enferma y el tratamiento es muy caro. Ahí es cuando el protagonista empieza a explorar el lado oscuro y a conectar más con sus poderes. Y hasta aquí quiero escribir sobre esto. Vamos a la chicha del desarrollo personal que podemos aprender con esta película, ¿te parece?
Si tomas decisiones desde el miedo vas a liarla parda
No me quiero meter mucho aquí porque daría para mucho, algo que hago en el programa de Ikigai LifeCourse, pero básicamente y simplificando mucho nos podemos relacionar con el mundo (y nuestro entorno) desde dos energías principales: el miedo o el amor. Code 8 (Código 8), y casi todas las de este género, se centran en la energía del miedo (básicamente por eso no me gusta pagar para irlas a ver ;).
¿Qué sucede? Que a los humanos normales les da miedo los empoderados (creo recordar que no explican exactamente el motivo). Pero bueno, el caso es que frente al miedo uno tiene siempre tres opciones: huir (y no hacer nada), sentirlo (y comprenderlo) o enfrentarse a la amenaza. En esta sociedad lo más normal es huir o luchar. En esta película los humanos deciden enfrentarse al miedo desde la lucha por lo que empiezan a buscar una manera de sustituirlos, controlarlos e incluso exterminarlos. Y lo logran.
Claro, hasta aquí (como humano normal que eres como yo) te podría parecer normal toda esta “estrategia”. Pero lo que necesitamos entender es que cualquier decisión que tomemos desde el miedo (u odio) va a generar más miedo (u odio). Vamos, que no se resuelve nada. Ya profundizaré más en ello en algún capítulo del podcast. Pero básicamente el aprendizaje es: si tomas decisiones desde el miedo, se va a liar parda.
Si no permites que afloren tus talentos nunca vivirás plenamente
Este es un gran problema en nuestra sociedad de hoy. Al pasar por el sistema educativo se nos encorseta con una serie de modelos de vida que en vez de expandirnos plenamente nos hace vivir de manera mediocre. Esto es lo que les sucede a la madre, y en especial a su hijo Connor (Robbie Amell).
Con la idea de encajar en sociedad esconden su verdadero potencial y eso no les trae sino una vida conectada a la escasez. Sí, son dos personas que encajan perfectamente, pero que no brillan, no sonríen, no ven la cantidad de colores que tiene la vida y, desde luego, no se dan cuenta que la vida es un banquete y que solo los tontos se quedan con hambre.
Aprendizaje: nunca, nunca, nunca escondas tus talentos porque solo te traerá desdicha. Que la sociedad haya dado más importancia a unos talentos frente a otros es cosa de la sociedad, no es problema tuyo. En tus particularidades, en tu intimidad, en tu intimidad está tu valor. No dudes de ello. Sé auténtico o auténtica.
La vida te trae lo que necesitas para espabilar
Si traicionas tu talento y tus cualidades ten por seguro que la vida te va a traer situaciones para que espabiles. Frente a eso tú puedes escucharlas o ignorarlas. Lo más típico es que las ignoremos porque nadie nos ha enseñado a escuchar este tipo de situaciones. Pero te garantizo que la vida insistirá hasta que aprendas. No lo dudes.
En el caso de la película es sencillo de localizar lo que le trae a Connor para que espabile: la enfermedad de su madre. Seguro que Connor antes ya tenía una sensación de vacío interna, que no se sentía especialmente motivado por su vida y cosas similares. Pero como te he dicho, la vida insistirá y cada vez lo hace de una manera más bestia. A Connor le ha hecho falta que su madre enfermara para empezar a explorar sus talentos y cualidades y para empezar a cuestionarse qué vida quiere vivir, cómo y a cuestionar sus propios límites.
Rodéate de sabios y algo en ti se quedará
Este fragmento de la canción de Mägo de Oz nos va que ni pintado. Una de las claves que remarcan en el libro de Ikigai de Francesc Miralles y Héctor García para lograr una vida larga y feliz es la comunidad. De hecho, si algo nos ha recordado toda la crisis del Covid-19 o coronavirus es que los humanos somos seres sociales (ya tocaba recordarlo xD).
De esta manera, revisar de vez en cuando mis entornos sociales será capital para que me acabe de expandir o de hundir en la miseria. De hecho, leí en algún momento una frase de uno de estos conferenciantes americanos que remarcaba que somos la media de las 5 personas con las que más nos relacionamos. Vamos, dicho en plano: si te rodeas de gente que no para de criticar, o de quejarse, o de estar triste, lo más probable es que tú también lo estés haciendo (o lo acabes haciendo). Así, si tú quisieras explorar y explotar otro tipo de vida y/o de cualidades busca 5 personas que las expresen y engánchate a ellas 😉
En Code 8 (Código 8) está claro que Connor no atina mucho con este punto y empieza a rodearse de maleantes. Esto provoca que poco a poco el protagonista se empape de cada vez más fechorías y al final ya las hace sin que le generen mucho dilema.
El apego es caca de la vaca
El apego es un derivado del miedo. Es decir, si detectas que tienes apego a algo te invito a que investigues bien porque seguro que descubres que le tienes miedo a algo. No existe apego sin miedo.
Para los que no hayáis cuestionado mucho vuestros apegos, os hago un breve resumen de lo que he aprendido. El apego básicamente viene a ser un “necesito tenerte o tener esta cosa, porque sin ti o sin esta cosa no seré feliz”. Es decir, que de alguna manera estás poniendo tu felicidad (o plenitud) en una forma concreta (una madre, un hijo, una pareja, un móvil, etc.).
Claro, si tú estás apegado a algo ¿qué sucede? Pues lo que se ejemplifica muy bien en Code 8 (Código 8) donde Connor está apegado a la figura de su madre. Básicamente lo que sucede es que cuando algo amenaza a la madre de Connor éste sufre (un mogollón) y desde este sufrimiento (que es miedo) vamos al primer aprendizaje: tomas decisiones con las que acabarás liándola parda. En este caso en concreto pues Connor se vuelve violento, mata a personas, se vuelve loco y fuerza a una chica para que salve a su madre.
¿Por qué sucede esto? Bueno, porque con el apego tú lo que estás haciendo es entregar tu felicidad y plenitud a esa otra persona o/y objeto. Es decir que le estás dando el poder a alguien o algo externo a ti y, por lo tanto, te desempoderas. Esto muchas veces hace que hagas y digas cosas que jamás pensabas que ibas a hacer o decir. Básicamente desde el apego vas por la vida como pollo sin cabeza.
Los actos de amor verdadero siempre triunfan
Finalmente me gustaría recalcar este aprendizaje. No hay nada como un acto de puro amor para cambiar el mundo y a las personas. Esto se ve muy bien representado por la figura del Agente Park (para mí el personaje más rico) que es un personaje que siempre abre la puerta de la duda frente a cualquier situación.
En el caso de Code 8 (Código 8) esto queda patente en el momento de la interrogación a Connor o el momento en que le da una segunda oportunidad para que se explique. Y, bueno, es cierto que al final Connor también conecta con el amor verdadero pero no me gustaría hacer spoilers xD
Pero, ¿Qué es un acto de amor verdadero? Fua! Esto daría para otro podcast, pero lo resumo muy mucho. Un acto de amor verdadero sería entender que cada instante es único, de lo que se deriva, que cada persona, comportamiento y acción es única por sí misma; y que uno nunca sabe. Así uno comprende que todas las personas lo hacen lo mejor que pueden. De ahí se abre siempre una ventana a la comprensión por el prójimo, la ternura y se entiende que no existe la maldad, solo la ignorancia.
¿Qué me ha parecido la película?
Bueno, si te soy sincero, es una película que para pasar el rato está bien. Pero no te va a generar un gran impacto o cambio en tu vida. Supongo que por eso he hecho este escrito, para tratar de exponer ciertos aprendizajes que se pueden dar y así enriquecer un poco más la 1h y 40 minutos que le dediqué ayer noche.
La verdad es que leyendo un poco por ahí, me ha sorprendido ver que sea una película que esté triunfando tanto en Netflix. Pero bueno, para gustos los colores. Y la vida tiene muchos más colores de los que nuestros ojos pueden captar.
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