Todo el mundo apunta que se viene una crisis de órdago (supongo que no hay que ser muy lince para eso, pues alguien va a tener que pagar la fiesta del coronavirus).
De la última crisis recuerdo mucho la frase que se escuchaba o se leía en cualquier canal de comunicación: el problema es que todo el mundo estaba viviendo por encima de sus posibilidades.
Y me lo creí. En ese momento me lo creí.
Desde ese entonces han pasado varios años y he podido desarrollarme como persona. Y hoy sé que el problema no es que vivieramos por encima de nuestras posibilidades. El gran problema es que vivimos muy por debajo de ellas.
Esa es la razón por la que mucha gente se hipoteca, se saca títulos por doquier, aguanta en un trabajo mísero y no para de «distraerse» con cualquier cosa. Todo vale para no enfrentarse a su sufrimiento y darse cuenta que TIENE MUCHO MÁS QUE APORTAR a este mundo.
Date cuenta si esta es tu situación y si es así métele caña a ver que eres un potencial infinito. Que la seguridad, la valentía, la entereza, el valor y la plenitud están en ti. No vivas por debajo de tus posibilidades.
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