La pesca del salmón en Yemen es una de esas películas que según en qué momento de vida te pillen podría pasar desapercibida (incluso la tacharías de aburrida, insulsa y floja). Pero también es de esas películas que te pueden aportar grandes aprendizajes. Y esto es justo lo que me pasó a mí. Ambas cosas. La primera vez, una peli sin más. La segunda, una maravilla constante.
Si la gente se concentrara en las cosas importantes de la vida, habría escasez de cañas de pescar.
Doug Larson
Argumento
El argumento es sencillo de entender y lo explica el propio título: la pesca del salmón en Yemen. Total, que va de un jeque yemení que tiene una idea de llevar una de sus aficiones (la pesca del salmón en mosca) a su tierra. Este es el punto de partida que pondrá en relación a un científico sin fe en el proyecto y amante de la pesca en mosca con una joven, competente y ambiciosa consultora.
Sobre estos ingredientes, se añade la distorsión de un conflicto bélico junto con tintes políticos de fondo y que van entrando en juego para el avance o retroceso de la propia aventura. Total, si ves, sobre el papel un despropósito absurdo que (precisamente por ello) causa precisamente mi interés.
Vayamos a desgranar todo un poco.
¿Qué me enseña a mí la película de la pesca del salmón en Yemen?
- Los ingredientes que debe tener un sueño y la aplicación de Shinkansen
- Las posibles consecuencias de una vida cómoda
- El lastre de un amor idealizado
- Ejemplos de actitud a incorporar a mi vida
- El efecto del afecto
- El propósito “mal” entendido
Como veis es una peli que puede enriquecernos mucho, y que hoy trataré de dar mi punto de vista…
¿Qué Ingredientes debería tener un sueño para que se pueda realizar?
Visión y locura
Lo primero que debe tener un sueño es… ¡soñarse! ¿Y qué es soñar? Soñar es dejar volar la imaginación para que me traslade a un punto inexistente. Un lugar donde no existen las ataduras ni las restricciones.
Esta parte de la pesca del samón en Yemen la encarna la figura del jeque yemení. Él vive instalado en la abundancia (entendida como la que hemos trabajado en este podcast, no solo en la parte económica) y esto ayuda a que esté muy conectado a esta parte visionaria. Porque, sí, de alguna manera las personas visionarias escasean.
¿Por qué?
Pues porque cuando nos volvemos adultos empezamos a tomarnos la vida muy en serio. Esta manera de “vivir” la vida (“vivir” entre comillas) acentúa nuestros personajes que se construyeron bajo una mirada de escasez. Por lo tanto, “vivir” en seriedad de alguna manera nos ancla a la escasez. Y así, poco a poco, nos vamos desconectando de nuestra imaginación. Y, por ende, nos cuesta visionar.
Explicar mi propio caso y el de los coachs de Silver.
En la película se contraponen dos escenas muy divertidas que ejemplifican esta idea. Por un lado está Ewan McGregor en su papel del científico Dr. Jones que al escuchar la propuesta no para de reírse de ella al verla completamente descabellada y un capricho del jeque. ¿Qué sucede aquí? El Dr. Jones está evaluando una visión con la mirada de la escasez y con las normas que rigen la actualidad. Creencia: “¡Esto no se puede hacer!”. Pronóstico: “No se hace” (y la actitud asociada).
Por otro lado está la mirada del jeque que con paciencia y comprensión tiene la siguiente charla con el Dr. Jones:
- Jeque: ¿Crees que estoy loco?
- Dr. Alfred Jones: No, excelencia, yo …
- Jeque: Por supuesto que sí. Cuestionaría su juicio si no lo hiciera.
Shinkansen
Claro, una propuesta de tal envergadura necesita un empujón Shinkansen. Ya hablé de este concepto japonés tan interesante en otro capítulo que te dejo en las notas del programa.
Paciencia, igualdad y fe
Para contruir un proyecto así, como cualquier proyecto emprendedor en verdad, además de marcarse un Shinkansen hay que trabajarlo con paciencia, igualdad y fe.
La paciencia de ir avanzando con total determinación pero sin ninguna obligación. Mira a mí me pasa, que en esto de Proyecto Ikigai muchas veces me aprieta la urgencia. Sobre todo la económica. Esto genera mucha inestabilidad e incertidumbre a mi alrededor. Yo he aprendido a sostenerme en ello pero no todos los que me rodean lo logran. Al final aprendes que todo está bien y que lo que viene conviene. Tú has de seguir a lo tuyo que es pacientemente ser lo máximo auténtico que puedas en cada instante (algo que se practica en el Mastermind de Encuentra tu vocación).
El asunto de la igualdad, para mí, tiene que ver con desligarse de las etiquetas que nos ilustran las diferencias y empezar a ver la vida desde lo que nos iguala. Dejar de lado los títulos, los roles que se han instalado y demás, y empezarse a fijar en lo que nos une más que en lo que nos separa.
Y finalmente la fe… La fe entendida como una confianza en que todo está bien, tanto si sucede lo supuestamente “beneficioso” como lo supuestamente “perjudicial”. La confianza en que lo que me viene es para mayor expansión de mi esencia. De que las cosas irán sucediendo sin que yo me tenga que comer la cabeza por ellas.
Esta es la escena:
- Jeque: “Es usted pescador. ¿Cuántas horas pasa pescando hasta que alguno pica? ¿Docenas?”
- Doctor Jones: “Cientos algunas veces “
- Jeque: ¿Es ese un buen uso del tiempo para un hombre de ciencia? Pero persiste, contra el viento, la lluvia, el frío… con tas pocas opciones ¿Por qué? Porque es un hombre de fe… y al final es recompensado por su fe y su constancia con un pez.
Intuición
Hay un momento que a mí, por el momento de vida en el que estoy, me pareció sublime… El contexto es el siguiente: de todos los problemas habidos y por haber en esta misión hay uno especialmente sensible… conseguir un conjunto de miles de salmones, trasladarlos a Yemen y que sobrevivan a este cambio tan grande.
Como sabes, lo bueno de shinkansen es que te obliga a pensar muy lateralmente para buscar soluciones muy fuera de la caja. La solución en este caso pasa por usar salmones de piscifactoría. Tenemos la cantidad necesaria, pero solucionado un problema aparece otro: estos salmones nunca han nadado río arriba. Ni ellos ni las generaciones anteriores. Y eso es un problemón porque imagínate que sueltas los peces y llegan al mar y chao pescao. La pesca a tomar viento. xD
El momento mágico llega cuando, de repente, el Dr. Jones se convence que los salmones nadarán a contracorriente y remontarán el río. ¿Cómo lo sabe? Intuye que llegado el momento lo harán. Que lo llevan en el ADN.
Y esto lo cambia todo.
¿Por qué?
Porque él empieza a creer tanto que saca la mejor versión de sí mismo y hace lo que le corresponde a él: prepararlo todo con total presencia y entrega. Que su parte esté hecha con excelencia. Lo demás vendrá.
Rodearse de los mejores
Que haya todos los elementos anteriores no significa que lo dejemos todo a manos de una fuerza invisible. Sino que nos debe inspirar para centrar nuestro trabajo en lo que toca y que es precisamente lo que te avanzaba antes: rodearnos de los mejores. Pero no estoy hablando de un tema técnico, no (aunque eso ayuda). Estoy hablando de la actitud: presencia, entrega, creer en la visión y aportar todo lo que puedas.
Todo lo demás va apareciendo por el camino pero porque hay esta base que se va fraguando poco a poco. “Sé que le han estado presionando, pero si no hace esto con entusiasmo (open heart) no creo que se pueda realizar.”
Por lo tanto, si en una misión de vida, por ejemplo estás dudando entre aumentar tus conocimientos técnicos cuando ves que tu actitud es mejorable… Yo sé por cuál de los dos estudios apostaría. Y más en estos tiempos.
¿Dinero?
A mayor urgencia, mayor dinero necesitas. Tiempo, dinero, suerte.
Comunicación
MBA, falta la silla del cliente. El proyecto se va a la mierda porque no han contado con el público. Hay que hacerles participar.
La vida del Dr. Jones
Además de todo lo relacionado con un proyecto emprendedor (y la vida es un proyecto emprendedor), la pesca del samón en Yemen nos va mostrando situaciones de las que podemos aprender mucho. En este caso, como no, se trata de las relaciones de los personajes entre ellos y consigo mismos y con sus propias vidas.
Por ejemplo, tenemos al Dr. Jones. Él vive una vida acomodada. Es funcionario del ministerio. Está casado. No tiene hijos. Y su vida es muy monótona y aburrida. Una escena que lo expone de una manera para mi gusto muy heavy es cuando él y su mujer se medio discuten y acaban teniendo sexo. Un sexo insípido y funcional donde él descarga y ella le dice algo así como que “ale, con esto deberías aguantar hasta no sé cuándo” como que esto te tranquilizará.
Vamos, un despropósito para mi manera de concebir una relación de pareja íntima.
Con el paso de la película, vamos viendo como el Dr. Jones va conectando con nuevas sensaciones que creía olvidadas (o que ni siquiera existen). Y eso le permite cuestionarse el panorama actual de su vida. Eso es lo que necesitamos todos en algún momento: un pequeño rayo de luz que nos haga ver que la vida tiene muchos colores y sabores. Y de allí, podamos tirar del hilo para plantear qué vida vivir.
Un amor idealizado
Por otro lado tenemos a Harriet, la consultora joven. Nos plantean un personaje con cierta timidez y con ciertas reglas que tiran a la corrección. No llega al punto del Dr. Jones pero se denota alguna cosilla por ahí.
El caso es que se enamora de un hombre que es militar. Están muy bien juntos y todo lo típico de las películas: pareja mona, etc. Pero llaman al tío a filas y se tiene que pirar. Total que al cabo de un tiempo la informan de su desaparición y ella desespera por esta incertidumbre: está en un limbo. No ha muerto y tampoco parece estar vivo por lo que no siente que pueda pasar página o avanzar…
Con todo este escenario es chulo ver los ciclos por los que pasa Harriet. La desesperación. La resignación. La distracción. Y poco a poco va pasando a la aceptación. Y entonces le aparece un buen dilema sin esperarlo.
Claro, todo esto es un proceso que sucede cuando idealizamos a una persona (independientemente de la relación y el vínculo que tenga con ella). Si yo traslado una parte de mi ser a esa persona, tarde o temprano sufriré. Se llama apego. Y curiosamente se explica muy bien en los dos últimos libros de Harry Potter (el príncipe mestizo y las reliquias de la muerte). Para aquellos que seáis fanes: estoy hablando de los horrocruxes.
El efecto del afecto
Ahí tenemos a los dos protas como ánimas en pena. Bueno, en la película no exageran mucho así que esta parte es muy llevadera. Pero ahí están haciendo lo que pueden con sus temas relacionales y encuentran su vía de escape en el proyecto loco.
Esto por un lado mola un montón porque de alguna manera “ocupas” tus horas. Las que antes quizás pasabas con tu pareja paseando, teniendo relaciones íntimas, bailando, cocinando o lo que fuera. Por otro, tiene un peligro: y es que estamos volcando nuestra “recuperación” en otra forma… Esta vez la del trabajo.
Lo chulo en la pesca del samón en Yemen es que esto se va dando de manera natural. No parece ser algo forzado. Simplemente llega el momento de irse a Yemen para la última fase del proyecto. Así que, en esta ocasión, no aparece esta parte chunga de trasladar la proyección de la pareja en el trabajo.
Lo que sí va surgiendo de manera muy bonita es un compartir el afecto. Se respetan. Se permiten conocer sin ningún tipo de carga. Y hay un cuidado extremo por la vida de cada uno. Y esa es la magia del afecto. Pero no te equivoques, como en la película: primero va el afecto hacia uno mismo y de ahí lo puedes emanar hacia fuera.
¿Es el propósito el que me lleva a la felicidad?
Y hablando del trabajo y todo esto que planteo en el episodio de hoy me gustaría aclarar una cosa que solemos malentender. Pensamos que cuando conecte con mi propósito viviré una vida plena y satisfactoria. Y no. No tiene por qué.
Es tu disposición: apertura, curioso, entrega, autenticidad, presencia… El propósito te puede facilitar esto, pero si no haces el cambio (y no es sencillo por la inercia) te cargarás el propósito y te hundirás en la miseria.
Si quieres profundizar un poco más en esto, te invito a que escuches el capítulo de «La gran mentira sobre Ikigai«.
¿Te ha gustado este capítulo?
Para mí es muy interesante saber cómo te están ayudando todas estas reflexiones, entrevistas y propuestas de ejercicicos. Puedes darme tu opinión aquí o dejar tu valoración:
Mario dice
Después de la visualización de la película. Haz una redacción sobre los problemas mediambientales que se hablan en la película, la visión que tienen de él los principales personajes, las soluciones que se tratan…y da tu opinión sobre si te ha gustado la película, que cambiarías de ella, etc..
javi dice
Me parece una buena petición, no obstante no soy experto en la temática medioambiental así que seguro que mi aportación quedaría algo «pobre» por así decirlo… De todas maneras, el simple hecho de que se fuerce la transformación de un ecosistema a otro de manera radical ya chirría por todos lados. Otra cosa sería si, de manera amable y respetuosa, se buscaran otro tipo de soluciones más adecuadas a proliferar y consolidar el ecosistema (y su protección) ya existente.
Podríamos ver un paralelismo con la evolución y transformación personal en la vida. No sé si me explico 😉
Un abrazo!
Javi