Exploradores, ¡hoy nos vamos de vacaciones! ¿Cómo? ¿Ya? ¡Pero si acabas de empezar!
Intro
Muy buenos días exploradores y bienvenidos a un nuevo capítulo de Proyecto Ikigai. El podcast con el que pretendo inspirarte para que encuentres aquello por lo que vale la pena vivir. ¿Cómo lo haremos? Pues acercándote reflexiones. Proponiéndote ejercicios. Y entrevistando a personas para que poco a poco puedas avanzar en el camino hacia tu Ikigai. En definitiva, hablando sobre este concepto japonés que tanto promete.
Agradecimientos
Antes de empezar, me gustaría dedicar este capítulo a todos los que estáis comentando y compartiendo por las redes sociales todo este trabajo. La verdad es que la misión de ayudar a las personas a vivir en Ikigai es enorme, pero con vosotros y vuestra acogida uno se siente más fuerte al caminar. En concreto hoy dedico el programa a Marco Guzmán, Osmel Serrano, Manu Higuera, Lidia, Ferrán Menescal y Gemma Ciruelos. ¡Muchas gracias y bienvenidos y bienvenidas a la tribu de los exploradores!
Introducción
Hoy es un capítulo muy especial para mí. Y ¡nooo! No es porque me vaya de vacaciones, en serio. Aunque ayuda, claro.
Hoy es un día especial porque empezamos el ciclo de ejercicios para ir encontrando nuestro Ikigai. La intención es irte ofreciendo ideas para que te muevas y luego nos podamos hacer preguntas sobre lo que has vivido. Mira, hay una frase que descubrí hace poco que ilustra bastante lo que vamos a hacer, dice así:
Todo el mundo tiene talento, solo es cuestión de moverse hasta descubrirlo.
Así, yo voy a intentar provocarte para que te pongas en movimiento a tope y luego busques un momento para recogerte y ver qué ha sucedido. Ya, pero Javi… Yo es que te escucho yendo al trabajo. O haciendo deporte. O mientras me ducho… No hay problema, siempre es un ejercicio para hacer el día que tú quieras. Recuerda un aprendizaje del capítulo anterior: cómo quieres vivir tu vida es tu responsabilidad.
¡Empezamosssssss!
Vacaciones
Te voy a explicar una anécdota real.
(piriririririri) – Nota del autor: efecto sonoro súper currado con tecnología de última generación.
Es lunes por la mañana, después de un puente festivo de esos súper largos y gustosos de vivir. Y una compañera y yo estamos a punto de coger el ascensor para visitar a un cliente. Ding. Fluuusssh. Llega el ascensor y se abren las puertas. Subimos cuatro personas. Dos empleadas de la empresa y nosotros dos. Y entonces empezó la conversación mágica: “Fuaaa, qué palo. ¿Cuándo es el próximo puente?”.
Así vive la mayoría de las personas del mundo. Sobre todo de las personas de los países más desarrollados. ¿Sabias que solo el 7% de los empleados se sienten comprometidos con su trabajo en España? Quizás no te identificas con la historia que acabo de contar. Incluso hasta has juzgado a la empleada y has sentido algo de vergüenza ajena. Pero, ¿realmente no has pensado nunca “joder, qué palo, mañana es lunes”, o “buf! Por fin es viernes!”. Y un largo sinfín de pensamientos similares…
El ejercicio de hoy es muy simple, pero muy molón y potente. Está inspirado en el libro de Caroline de Surany “Ikigai, tu programa de 12 semanas”. Con un poco de aderezo del mío 🙂
Mañana te coges vacaciones. Me da igual que sea lunes, jueves, fin de semana o lo que sea. Pero mañana te autopides vacaciones.
Nooo, no me he vuelto loco. No se trata de que vayas a tu jefe (si es que tienes alguno) y le pidas dos o tres días de permiso. No. No se trata de eso. Se trata de que mañana te comportes como si estuvieras de vacaciones. Sí. Que tengas esa actitud vacacional dentro de un día normal. Porque, ¿sabes qué? Nadie te garantiza que puedas disponer de tus vacaciones cuando tú quieras ni donde tú quieras. Así que, ¿por qué esperar?
Te doy algunas ideas para que hoy vayas planeando un poco lo que será tu día de mañana. Tu día de vacaciones improvisadoJ.
Si mañana es un día laboral te invito a despertarte media hora antes de lo que sueles hacer para empezar el día con algo que realmente te guste vivir cuando estás de vacaciones. Quizás tomar una ducha sin prisas. Hacer algunos ejercicios que te ayuden a sentirte mejor contigo. O desayunar sin prisa uno de esos impresionantes desayunos que parecen exclusivos de hotel y que si te paras a pensar, bien los puedes tener tú en casa. O desayuna en la cama. Lo que quieras y más te apetezca. La intención aquí es que empieces el día con pura felicidad. Algo que hoy hayas pensado y empezado a preparar para disfrutar mañana. ¡Prepara bien tus primeros minutos de vacaciones!
A partir de este inicio, empalma con lo planificado y con tu rutina de siempre. Pero recuerda que estás de vacaciones así que vamos a hacer pequeñas modificaciones. Porque en verdad en verdad, estás en un país extranjero y aunque tú tengas planificado tu día, todo es nuevo. Eso significa que antes de salir del “hotel” o del piso de “airbnb” usarás tu móvil para saber cómo llegar a tu próximo destino. Por ejemplo, el trabajo o la escuela. Porque no vas a hacer un camino que ya conoces! Por más óptimo que te creas que es el camino que haces cada día. Por favor. Estás de vacaciones y no conoces la ciudad donde estás. Empieza un camino nuevo.
De camino, párate en algún sitio y pídete un café para llevar. No hace falta que cambies de idioma, va.. Pero bueno, si quieres hacerte pasar por extranjero… Chapurrea otro idioma o pide el café en un idioma inventado. ¿Por qué no? Estás de vacaciones.
Si por el nuevo camino ves una escena que te gusta, o un edificio que te llama la atención, hazle una foto. O mejor aún, hazte un selfie! Y súbelo a tus redes sociales. Pon algo de lo que pondrías si estuvieras de vacaciones. Y luego sigue con tu camino.
Al llegar al trabajo o a la escuela, recuerda todo lo que puedes vivir en actitud vacacional.. ¿te imaginas conversar con una persona que no conoces? ¿Ser amable con la gente porque sí? Date un paseo por la oficina y asómbrate observando la inmensa gama de detalles que existen en este nuevo espacio que no conoces. Llena de color los documentos que tengas que entregar. Haz las cosas con esa mirada gamberra que todos usamos en vacaciones. Queda a comer con un amigo que hace tiempo que no ves. El típico amigo que lleva años en esta ciudad y que has decidido visitarle en tus vacaciones. Que te recomiende un sitio especial de la ciudad que tanto se conoce y donde tú eres un extranjero. Mira si su recomendación te encaja en el planning de tu día de vacaciones.
Cuando acabes tu jornada laboral o tus clases, sigue con actitud de vacaciones. Qué te queda por hacer en tu lista. Quizás el típico capricho vacacional. O visitar una zona de la ciudad que hace mucho que no has pisado. Desplázate hasta allí caminando o como lo harías normalmente en tus vacaciones. Sigue haciendo fotos de la nueva ciudad, de sus edificios, de sus ciudadanos, asiste a un espectáculo típico de guiris o cómprate un souvenir. Simplemente disfruta de esta ciudad e imagínate cómo sería tu vida aquí.
Llega la noche y con ella el lado más juguetón de tus últimas horas de vacaciones. Es el momento de disfrutar la última cena con tu familia en algún restaurante o en casa haciendo un típico plato de la ciudad que recoge el aroma de sus habitantes. O de cenar solo por ahí. Y de tomarse esa copa mientras revisas las sensaciones vividas. ¿Qué recuerdos te vienen? ¿Has vivido la magia? Revisas las fotos de tu viaje.
Idealmente
Bien, esto son solo unas pocas ideas de lo que puedes organizar para vivir en tus vacaciones dentro de tu día a día normal. Quizás te preguntes qué tiene que ver todo esto con encontrar tu Ikigai. Te recuerdo que Ikigai es la intersección entre aquello en lo que somos buenos, lo que amamos, lo que necesita el mundo y aquello por lo que nos pueden pagar.
Con este ejercicio trabajamos dos cosas. La primera es empezar a investigar sobre aquello que amamos y que normalmente ponemos fuera (por ejemplo en unas vacaciones, o en un viaje, o en cualquier otra actividad concreta). Y la segunda es invitarte a investigar si puedes lograr vivir las sensaciones vacacionales en un día ordinario.
Además, y como último apunte, recuerda que Ikigai no es un lugar donde llegar. No. Vivir en Ikigai es más una actitud de vida. Un estado de continuo disfrute y alegría por vivir conectado a la vida.
Para acabar, me gustaría compartir contigo algunas instrucciones:
- Recuerda que desde el momento que empezaste a escuchar este podcast te has convertido en un explorador o una exploradora. Y eso significa que estaría fantástico si pudieras vivir estos ejercicios desde esta actitud exploradora de: “vamos a ver qué sucede”.
- Profundizando en lo anterior, intenta realizar los ejercicios viendo la vida como un laboratorio gigante donde todo lo que hacemos es un experimento del que no sabemos nada. O si lo prefieres, imagínate la vida como un chikipark infinito en el que puedes jugar libremente.
- Estaría súper bien que como explorador tuvieras una libreta de campo. Puede ser como tú quieras, de verdad. Grande, pequeña, gorda, delgada… Y sí, sigo hablando de la libreta guiño guiño. Oye, incluso si estáis interesados, yo os diseño algo molón para todo este ciclo. Solo pídemelo a través del formulario de la web.
- Y ya, para acabar, me encantaría que me dieras feedback de los ejercicios. Para ver cómo los vives, si te sirven o no, para animar a la tribu, para ver si sería bueno reforzar alguno o aclarar ideas.
Con esto tendrás todo tu trabajo personal recogido en un lugar concreto y te permitirá seguir explorando sin parar. Yo te iré aportando más o menos un ejercicio al mes para que tengas tiempo de ponerlo en práctica, preguntar dudas, experimentar y sacar tus propias conclusiones.
Muchas gracias
Bueno, si has llegado hasta aquí quiero darte las gracias por acompañarme en este tercer episodio de Proyecto Ikigai el podcast. Como ves, totalmente práctico un poco para compensar la teoría del otro día :P. Pero, sobre todo, como decíamos en telecos al hacer tonterías en nuestras fiestas: no me mires, únete. No dejes este ejercicio en algo teórico, llévalo a la práctica.
Espero que te haya gustado. Y si es así, te estaré eternamente agradecido si te suscribes a Spotify, o en iVoox, lo compartes por tus redes sociales, e incluso si lo valoras con 5 estrellas en iTunes. Así será más fácil que localicen nuestra tribu, ampliaremos esta familia de exploradores y conseguiremos que cada vez más personas encuentren su Ikigai. Yo a cambio publicaré de forma regular y periódica, e incluso os daré las gracias personalmente en los próximos episodios.
Exploradores, ¡Seguimos en la aventura de la vida!
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Para mí es muy interesante saber cómo te están ayudando todas estas reflexiones, entrevistas y propuestas de ejercicicos. Puedes darme tu opinión aquí o dejar tu valoración:
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