Hoy me siento solo. Bueno, no solo hoy… Llevo unos meses con esta sensación de soledad pululando por mi caminar. Concretamente desde que mi última pareja decidió que nuestros caminos ya no podíamos hacerlos cogidos de la mano. Idea que acepté, por lo que veo, más sobre el papel que de corazón y a la que se le suma la sensación de soledad propia del emprendedor.
Por suerte, y gracias al acompañamiento filosófico, soy capaz de entender el origen de esta sensación. Y esto me permite aumentar mi sensibilidad y hacerme responsable cuando la cosa siento que se me está alargando peligrosamente. Así, puedo activar todas mis estrategias desde un lugar mucho más “poderoso” por decirlo de alguna manera.
Si me acompañas, te voy a contar todo lo que he aprendido sobre este tema y cómo pasar del “me siento solo” al “ok, esto es así ahora y yo puedo hacer muchas cosas para salir de aquí”.
¿Qué es la soledad? – Definición
Empecemos por el principio: qué es la soledad. Si empiezas a investigar por tu cuenta empezarás a darte cuenta de una cosa muy interesante: el idioma castellano no ayuda a afinar el concepto de soledad. Me explico.
Si vamos a la RAE podemos encontrar las siguientes definiciones de la palabra soledad:
- f. Carencia voluntaria o involuntaria de compañía.
- f. Lugar desierto, o tierra no habitada.
- f. Pesar y melancolía que se sienten por la ausencia, muerte o pérdida de alguien o de algo.
En este sentido fíjate la disparidad entre la primera y la tercera acepción. En concreto, la primera se refiere a un estado físico: ¿estoy o no rodeado de gente? Y en inglés sería el concepto de alone (sí, como la película de Macaulay Culkin el niño de “Solo en casa” o “Home alone”). Por otra parte la tercera acepción se centra más en un estado emocional: independientemente de si estoy rodeado o no de gente, ¿siento una sensación de soledad? En inglés usaríamos el término lonely o loneliness.
Esta vaguedad alrededor del término en castellano hace que en numerosas ocasiones confundamos términos y sensaciones. Y esto provoca que nos alejemos de la claridad. Pero aún hay más.
Los peligros de la soledad
Y antes de continuar con la disertación sobre la soledad, déjame que te exponga brevemente el impacto de la soledad para con nuestras vidas:
- La soledad está asociada a un aumento de casi un tercio en el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, como problemas del corazón y derrames cerebrales.
- Menos capacidad para combatir enfermedades comunes
- Presión sanguínea más elevada, asociada a un mayor riesgo de derrame, ataque al corazón, problemas de riñón y demencia.
En definitiva, está evidenciándose que existe una correlación entre la soledad y un mayor riesgo de muerte prematura. [fuente: BBC].
¿Qué es realmente la soledad emocional?
Quiero centrarme en la soledad emocional o loneliness, porque al final es la parte que asociamos con el mensaje de “me siento solo”. Entonces, si seguimos la descripción anterior, vemos que estamos hablando de un pesar y una melancolía. Se podría, incluso, mezclar con una sensación de tristeza.
Pero lo que te quiero transmitir desde este escrito es algo un poco diferente y más sencillo de entender (y por lo tanto de salir de ello), ¿estás preparado/a?
¡Vamos!
La soledad emocional o la sensación de sentirse solo se genera porque has cerrado tu corazón de alguna manera.
Párate y medita sobre esto. Cuando lo comprendí realmente y me di cuenta la gran realidad que escondía esta afirmación todo cambió.
¿Y por qué todo cambió?
Muy sencillo, porque en la propia frase está la única clave para poder salir victorioso de esta sensación de soledad. Para reducir el “me siento solo” a la mínima expresión.
¿Cuál es el error que se esconde tras el me siento solo?
Sí, me atrevo a decir que hay un error que subyace al sentimiento de soledad. Y me atrevo a decirlo porque así lo siento desde que me explicaron una nueva manera de entender este concepto que genera tanto malestar. Te lo explico ahora.
Cuando nacemos, como todo ser vivo existente, es imposible que sintamos esta sensación de soledad. ¿Por qué? Bueno, explicado brevemente: porque los niños y niñas son uno con la vida. Esto que suena tan esotérico lo puedes verificar rápidamente juntándote con recién nacidos y con niños de hasta unos 3-4 años aproximadamente. En su forma son seres completamente dependientes, pero si obviamos esta parte: podemos ver cómo emanan una gran vitalidad, brillo, intensidad, alegría y enternecen todo corazón a su alrededor. Es decir que en esencia son completamente autónomos.
Desde ese lugar los niños y niñas se viven fusionados con el instante presente. Esto quiere decir que se entregan de manera absoluta y completa a lo que hay (y les importa poco lo que hay). Lo sacralizan como si no hubiera un mañana. Porque, de hecho, para ellos no existe el concepto mañana. A todo esto lo podemos llamar de muchas maneras, una de las cuales es que viven amparados por la vida.
Con el paso de los días, meses y años se va sucediendo un tema que lo cambiará todo. Ese amparo (o confianza) en la vida se va trasladando hacia los padres lo que supone un salto muy grande (y añade un peso desmesurado en ambos progenitores). Pero es que, además, éstos se postulan como abanderados y defensores de un modelo que no corresponde con lo que el niño vive y acabará por anteponerse.
¿Resultado?
El niño que vivía en la gratuidad y abundancia, cada vez se aleja más de eso para vivirse de una manera pequeñita. Se aleja de la vida. Es decir, se desconectan de la vida lo que con el tiempo conlleva a que aparezca ese mensaje de «me siento solo«.
Pero, muchas veces me siento bien
Todo esto que te explico sucede a una edad muy temprana. Y, entonces, puede que aparezca la siguiente pregunta: ¿cómo puedes decir que he construido el sentimiento de soledad a una edad temprana cuando hasta ahora me he sentido bien y este sentimiento es más reciente?
Claro… Lo que está sucediendo es que desde que nos desconectamos de la vida hasta que nos damos cuenta vamos usando una estrategia que funciona relativamente bien en el corto plazo. Pero que, por lo general, es insostenible a largo plazo. Básicamente rellenamos esa desconexión (o esa carencia) con elementos externos concretos: una pareja, un trabajo, unas experiencias con grandes dosis de adrenalina, pastillas, alcohol, una casa, un coche, etc. Cada uno con lo suyo.
Entonces, cada uno de estos elementos como los uso para llenar una sensación de desconexión a la vida pues genero una dependencia con ellos. Un apego. Y cuando falla uno de éstos (algo inevitable con el tiempo) tengo la sensación que una parte de mí muere. Esto se explica muy bien en la saga de Harry Potter y las reliquias de la muerte.
Lo que en verdad pasa es que emerge esa desconexión que yo había tratado de tapar sin darme cuenta.
10 señales que te muestran el inicio de tu ciclo de soledad
Si tomamos esta premisa como la verdadera raíz del me siento solo, es decir si consideramos que el origen de la soledad es que me he desconectado de la vida en la parte más afectiva (he cerrado mi corazón), nos aparecen muchas situaciones que podemos verlas como una señal de que está emergiendo el ciclo.
Situaciones que podríamos clasificarles a grandes rasgos en dos bloques: un cerrar el corazón hacia el exterior y un cerrar el corazón hacia mí mismo. Por ejemplo:
- Cerrar el corazón hacia el exterior:
- Antepones de manera automática tu aislamiento antes de quedar con alguien (incluso o especialmente con alguien muy cercano)
- Vas de relación en relación
- Sientes cada vez más apatía y pereza
- Ves lo que falta y/o falla en vez de todo lo que funciona
- Te comparas cada vez más
- Cerrar el corazón hacia ti:
- La tristeza y melancolía se van apoderando cada vez de más momentos del día
- Te aburres cada vez más rápido (incluso de ti)
- Empiezas a dejarte de cuidar físicamente (no solo cuerpo, sino también la higiene)
- Cada vez descuidas más la alimentación
- Dejas de reír
Esto no quiere decir que siempre que sucedan estas situaciones yo esté experimentando la sensación de soledad. No. Simplemente tómatelo como indicativos a que te pares un momento para revisar cuáles son tus sensaciones internas y verifiques o no el error de base que te ha llevado a ellas.
Ojo con las listas que encuentres, usa tu criterio
Si sigues investigando por tu cuenta sobre qué hacer ante la sensación de me siento solo, es posible que llegues a una lista como la que te comparto ahora (que ya anticipo, no es mía):
- Identifica la causa de tus sentimientos
- Acepta tus sentimientos y no luches contra ellos
- Cuéntale a alguien cómo te sientes
- Medita durante 15 minutos al día
- Deja de leer autoayuda ahora mismo
- Haz 30 minutos de ejercicio
- Conecta con gente a través de MeetUps
- Haz algo por los demás (aunque sea pequeño)
- Viaja solo para no sentirte solo
- Adopta un perro
El problema de base de esta lista es que corremos el peligro de confundirnos porque hay una mezcla un poco curiosa. Por ejemplo, si adoptas un perro sin hacer nada más… ¿qué sucederá el día que muera o si le sucede algo? O si haces algo por los demás pero desde un sentimiento de carencia, ¿qué sucederá si no te lo aceptan o si no te lo agradecen?
Lo que te quiero decir es que experimentes y trates de discernir si se está abordando el problema de raíz o si simplemente estoy poniendo un parche más de los que hablábamos antes.
¿Qué hacer realmente cuando me siento solo?
Si el problema de raíz es que he cerrado o desconectado mi corazón solo hay una manera de revertir esta sensación de soledad: que pongas tu corazón a trabajar.
¿Y cómo *^¶▲¥ǂʢ hago esto Javi?
La clave está en volver a la actitud de cuando eras un/a infante: fundirte en comunión con el instante. Y en particular, por estar hablando de la soledad, hacerlo desde un lugar afectivo. Esto conlleva a experimentar la belleza del instante y podrás reconocer el amor en el propio acto. Se trata de ir volviendo al amparo de la vida y darse cuenta de que la sensación de unidad la puedes vivir de una manera más diversa.
Este ejercicio lo puedes hacer tú por tu cuenta o, si lo prefieres, tienes la posibilidad de formar parte de un reto de 21 días para empezar a movilizar todo esto y avanzar en grupo a esta apertura de corazón, humanidad y amor. A conectarte de nuevo a la vida.
Y si tienes dudas al respecto, ya sabes que he habilitado un espacio para que puedas preguntar libremente y que te responderé en el podcast.
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